El diseño de interiores y los hábitos alimenticios saludables están profundamente interconectados y pueden complementarse para mejorar significativamente tu bienestar. ¿Te lo puedes creer?. Te contamos que interrelación tienen estos aspectos y cómo influye incorporar estos principios para crear espacios que no solo sean estéticamente agradables sino también funcionales y promotores de un estilo de vida saludable. En nuestro estudio, tenemos la oportunidad de influir positivamente en la vida diaria de las personas, creando entornos que inspiran salud y bienestar.
DISEÑO DE ESPACIOS Y HÁBITOS ALIMENTICIOS
Ambientes que Fomenten la Relajación y el Bienestar
El término "segundo cerebro" se refiere a la capacidad del sistema digestivo, especialmente el intestino, para funcionar de manera autónoma e influir en nuestras emociones y pensamientos a través de la comunicación entre el cerebro y el intestino. El sistema digestivo contiene una red compleja de neuronas que forma el sistema nervioso entérico y estos neurotransmisores no solo afectan el funcionamiento digestivo, sino también el estado de ánimo y las emociones.
La complejidad y la importancia del sistema digestivo no solo para la digestión de los alimentos, sino también para la regulación de emociones, el estado de ánimo y el bienestar general, hacen que una buena alimentación sea esencial para mantener la salud y el funcionamiento óptimo de nuestro segundo cerebro. Pero, ¿Cómo puede ayudarme el diseño y cómo se interrelacionan estos dos aspectos?
LA COCINA, EL ESPACIO MÁS IMPORTANTE
Cocinas Funcionales y Atractivas
Hay estudios que demuestran que las cocinas atractivas y funcionales motivan a las personas a cocinar más. El diseño de una cocina que sea estéticamente agradable y funcional puede incentivar a pasar más tiempo cocinando y disfrutando de comidas saludables en casa en lugar de optar por comida rápida o procesada.
5 TIPS PARA TENER UNA COCINA SALUDABLE
Mantén espacios específicos para la preparación de alimentos, a ser posibles, frescos. Una isla de cocina o una barra con espacio suficiente para cortar y preparar vegetales y frutas. Tanto l a preparación de alimentos frescos como el disfrute de comidas en un entorno agradable, contribuyen a una sensación general de bienestar.
Imprescindible tener una buena iluminación, sobre todo en los espacios de trabajo y que estos estén bien organizados para hacer que la experiencia de cocinar sea más placentera
Incorporar materiales como la madera y la piedra no solo mejora la estética del espacio sino que también puede crear una atmósfera más natural y tranquila, conectando a las personas con la naturaleza y fomentando un ambiente más saludable.
Si puedes, considera incorporar una pequeña huerta interior o jardineras de hierbas aromáticas en la cocina. Tener acceso a hierbas frescas no solo mejora el sabor de las comidas sino que también aporta un toque de verde en casa haciendo el espacio mucho más agradable.
Una despensa organizada con estantes accesibles y contenedores transparentes facilita la visualización de alimentos saludables y frescos, también puedes etiquetar los contenedores para tener una buena organización. Cuando los alimentos saludables son fácilmente accesibles y visibles, es más probable que se elijan sobre opciones menos saludables Los alimentos saludables deben estar en primera fila y los menos saludables o procesados en la parte de atrás. Piensa que tardas lo mismo en preparar una ensalada rápida de legumbres que calentar un bote de albóndigas.
EL COMEDOR, LUGAR DE ENCUENTRO
Entorno Estimulante y Acogedor
Los espacios de cocina y comedor que invitan a la interacción pueden fortalecer las relaciones familiares y sociales. Compartir comidas en un ambiente acogedor promueve la comunicación y el disfrute compartido, lo cual es esencial para el bienestar emocional.
Crear espacios de comedor multifuncionales que puedan usarse tanto para comer como para otras actividades sociales puede hacer que las comidas sean más atractivas y menos apresuradas.
5 TIPS PARA TENER UN COMEDOR AGRADABLE
Utilizar una paleta de colores naturales y suaves en las áreas de cocina y comedor puede crear un ambiente calmado que ayuda a reducir el estrés y mejorar la digestión. Colores como el verde, el azul claro y tonos tierra son conocidos por sus efectos relajantes. Un ambiente relajado puede disminuir la probabilidad de comer en exceso y fomentar la atención plena durante las comidas.
Incorporar materiales como la madera, ratán o el lino, no solo mejora la estética del espacio sino que también puede tener un efecto positivo en el bienestar psicológico, creando una conexión con la naturaleza.
La buena elección de mobiliario es fundamental. Una mesa y sillas cómodas harán que comer sea una experiencia más placentera.
No podemos olvidarnos de cómo se sirven y presentan los alimentos, así los utensilios de cocina, la vajilla y la mantelería cobran importancia en el menester del buen comer. Servir la comida en platos decorativos hace que el alimento servido cobre protagonismo y sea más apetecible a la vista. Ensaladeras artesanas, platos de loza, utensilios de madera, cubiertos ligeros, aunque te parezcan detalles banales, influye a la hora de comer.
La iluminación juega un papel crucial en la creación de un ambiente acogedor. Una buena iluminación puede hacer que los alimentos parezcan más apetitosos y puede influir en la atmósfera general del comedor y la cocina. La luz natural es especialmente beneficiosa, ya que puede mejorar el estado de ánimo y el bienestar general.
La decoración y el diseño de interiores pueden tener un impacto notable en los hábitos alimenticios. Un entorno bien diseñado no solo mejora la estética y la funcionalidad del espacio, sino que también puede influir positivamente en el comportamiento alimenticio y el bienestar general. Como diseñadores de interiores, tenemos la capacidad de crear espacios que fomenten la salud y el bienestar a través de decisiones de diseño inteligentes y consideradas.
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